Como vivo en Bello, tomo una buseta afuera de mi casa y pago un pasaje integrado de $1.600. Me bajo en la estación Bello, subo las escalas, paso el torniquete, introduciendo el tiquete por la rendijilla. Bajo más escalones y espero el metro que viene en dirección norte - sur. Recorro diez estaciones para llegar hasta la estación San Antonio, en el centro de Medellín. Es la estación intermedia. Ahí, subo más escalones y tomo la línea B, en dirección oriente - occidente, pero que solo comienza en el centro.
Recorro siete estaciones más y me bajo en San Javier, la estación terminal de la línea B. Subo más escalones y llego a las cabinas del metrocable de occidente. Su recorrido termina en La Aurora, zona rural de Medellín. Hay que pasar por 4 estaciones y las cabinitas, en las que caben 8 personas, vuelan por encima de quebradas, montañas, terrazas, tierras peladas...
En La Aurora, corregimiento de San Cristóbal, dejo la cabina, doy una vuelta por la estación, diviso las montañas cercanas y regreso al sistema de transporte. Me devuelvo descolgándome por esos territorios escarpados que observo desde la altura. De nuevo en San Javier, tomo el metro y vuelvo hasta el centro de la ciudad, estación San Antonio, trasnferencia a la línea A.
Bajo los escalones y me ubico en medio de uno de los largos vagones del metro. Me devuelvo ocho estaciones, paso por el Jardín Botánico, el Parque Explora, la Universidad de Antioquia, el Cementerio San Pedro, el hospital, una cancha, Moravia, la terminal... y ya estoy en Acevedo, estación con posibilidad de trasnferencia a la línea K, en dirección Santo Domingo Savio. Hacia allá voy yo. El río Medellín hiede y hay fila para el metrocable.
Subo, subo, subo... desde arriba, observo los techos, las terrazas, las frazadas extendidas, ropa recién lavada, colgada en cables delgados y sostenida con ganchos de plástico. Balones desinflados, publicidad ya borrada, muchos niños en la calle, filas de bicicletas. Tres estaciones y llego al destino. Hago cuentas y hasta el momento, desde que salí de mi casa, solo he gastado $1.600 que costó el tiquete integrado. Son las 2 de la tarde, hace mucho calor en Medellín, a pesar de la nube oscura que se extiende sobre el cielo de Santo Domingo. Es justo sacar la billetera y tomar un guarapo, un refajo o hasta una cerveza. Una vuelta al parque biblioteca y $1.600 más para regresar a casa.
Veo que te interesa mucho escribir, que cantidad de blogs y todos buenos... si te interesa publicar me dices, estoy abriendole campito en Medellín a una revista que se llama El Clavo http://www.elclavo.com/ , los articulos que van son por convocatoria!!
ResponderEliminarHola, Laura... ¡claro que me interesa! Vos no más contame cómo es la convocatoria y le hacemos... Gracias
ResponderEliminarEl recorrido, las palabras, las intenciones, y los valores. Si esta en tu corazon, si continuas en esa energia, con tu compromiso interior, y aplicando valores liberaras una energia que te ayudara a atraer y lograr lo que llevas dentro. Implementa tus valores, suscribite a ellos; con ese esfuerzo vendran grandes resultados. Tu motivacion te esta moviendo, percibe, percibe... escribe, escribe, y persevera, eso cuenta tambien. No importa que te tengas que mover entre Bello y el Centro, entre las montañas y ese medio ambiente que percibes... descubre, trata de ir donde nadie ha llegado, descubre... las posibilidades son infinitas.
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