Nunca aprendí a montar en bicicleta. Mi mamá nunca me enseñó. Pero, a cambio, tuve patines desde los 3 años. Muchas personas intentaron enseñarme, pero fallaron. Quizás era importante la confianza de papá o mamá para vencer el miedo a perder el equilibrio. Pero siempre, de la mano de ellos, recorrí los corredores y patios de la primera casa, los parqueaderos y aceras de la urbanización en la que vivimos después, encaramada en mis patines, fui a la liga y patiné durante muchos años.
Hoy, con humor, sigo contando que no sé montar en bicicleta (y he perdido ya la práctica en eso de andar en patines).
Yo tampoco! hasta hace un año que mi novio se tomó la paciencia de enseñarme, aún no puedo creer que haya aprendido tan vieja...
ResponderEliminarLo que me da rabia es que mi hermana sí tuvo bicis y mis papás le enseñaron, yo no sé, por qué, si esperaban que ella me enseñara, pero no pasó.
Con los patines era un hacha, subía y bajaba escaleras corriendo con ellos en toda mi infancia, me sentía rara cuando me los quitaba, bajita... y como pesada.
Supongo que ya no estoy en el club de los que no saben jaja, pero es algo curioso que alguna gente no cree!